The Rebel Riot, una banda de punk altruista
Cuando hablamos de música punk de inmediato nos imaginamos a los tipos que fueron líderes en este género como los Sex Pistols o The Clash, quienes ridiculizaron y criticaron todo aquello que se conociera como “establecido” , con un discurso de anarquía como respuesta al fracaso del sistema.
Entre tantos grupos que han existido, actualmente también podemos recordar a las feministas rusas Pussy Riot, con sus protestas tipo performance, aunque musicalmente no valgan la pena ni un centavo.
Pero también los punks han escandalizado con su imagen, algunos por pura pose y otros para “agandallar” (humillar a sus semejantes), lo que me recuerda a esos punketos nada amables que se juntaban en el tianguis de El Chopo, pidiendo “la cooperación” (dinero) para sus “caguamas” (cerveza grande).
Pero jamás me hubiera imaginado que una banda punk de Birmania llamada The Rebel Riot, tuvieran las agallas de ir más allá de la protesta con su música, dirigiendo en su país el movimiento internacional Food Not Bombs y junto a otros voluntarios, ayudados por donaciones, reparten comida vegetariana a la gente desamparada que vive en la calle, o con los que están en refugios y también auxilian a los niños que tienen VIH
El movimiento Food Not Bombs nacido en Estados Unidos en 1980, tiene como objetivo luchar contra la pobreza y rechazar la violencia.
Los Rebel Riot visitando a niños que tienen VIH
El líder de Rebel Riot, Kyaw Kyaw, quien es vocalista y guitarrista, en una entrevista difundida por el sitio Vice, habló sobre los motivos de ayudar a los que no tienen nada: “me di cuenta que tenía que hacer algo además de cantar sobre cambiar el sistema”.
La situación que ha originado que en Birmania la gente viva en la calle, ha sido el alza exagerada de las rentas de las viviendas, causado por la entrada de las inversiones extranjeras, tras el fin del régimen militar.
“Las empresas grandes vienen a hacer negocios a Myanmar y por eso la tierra, las casas y los departamentos son más caros, sobre todo en Rangún porque es una ciudad importante», explicó Kyaw.
Los punks de Birmania salen a las calles a alimentar todas las noches entre 80 y 100 indigentes, las cuales algunas viven bajo puentes, otros duermen recargados contra la pared, para evitar mojarse en el piso por las lluvias.
Lo curioso es que los desamparados cuando comenzaron a ser auxiliados se asustaron con la imagen de los Rebel Riot: “al principio los indigentes creían que éramos diferentes por el color de nuestro cabello y nos decían que nos alejáramos o huían de nosotros, pero ahora saben que somos buenas personas”.
Los Rebel RIot comiendo con los desamparados
Definitivamente esta banda punk de Birmania es coherente, porque su protesta contra los abusos del gobierno y los grandes capitales, van de la mano con una respuesta de acciones humanitarias concretas, con el fin de mitigar el sufrimiento de los más pobres de su país.
Lo que hace The Rebel Riot es más honesto a lo que hacen algunos rockstars que se entrevistan con mandatarios, se lucen ante la prensa internacional y luego presumen que por ellos algunos países ya no tienen deuda externa, cuando simplemente están haciendo publicidad antes de sacar un disco.
Ellos le han dado un giro a ser punk, más allá de la protesta, la música ruidosa y la imagen, han tomado un estilo de vida donde ayudar a sus semejantes es prioritario y estoy casi seguro que eso llena más sus vidas que ganar un Grammy o tener una mansión y muchos discos de oro.
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