En el mundo del rock es difícil mantener pureza en los ideales o proyectos, pero cuando un músico o cantante lo logra, se convierte en un artista difícil de igualar y por ende es más respetado que otros iconos o leyendas que pudieran tener más fama o más reconocimientos de la industria.
Lo anterior que reflexionamos es el caso del cantante danés King Diamond, quien tiene una carrera sólida desde que se hizo reconocido con Mercyful Fate y luego desarrolló un camino como solista brillante, con algunas pausas por cuestiones de salud o simplemente porque deseaba darse un descanso tras arduas giras por el mundo.
Su calidad la compruebas con hechos cuando lo ves en vivo, como pasó ayer en el Palacio de los Deportes de la Ciudad de México, donde su alto nivel vocal y musical, apoyado en imagen, teatralidad e historias de terror intensas como vehículos de expresión lograron meter a la audiencia en su macabro concepto.
Ayer tuvimos la fortuna de verlo desarrollando los temas del mítico disco Abigail de 1987 así como otros temas de su carrera solista y los que hizo con Mercyful Fate.
King cautivó con su voz y los riffs y solos de primer nivel ejecutados por su gran colaborador, el legendario Andy Larocque y el siempre concentrado Mike Wead.
El escenario sin necesitar de las clásicas pantallas que todos usan, mostró una cuidada representación de la mansión donde pena Abigail, así como brillantes cruces invertidas, pentagramas, una actriz personificando un fantasma que era enfrentado por King, así como luces en armonía con la música, sin faltar la voz de una hermosa corista rubia.
Todo esto impactó a una audiencia que «se dejó llevar por satanás», porque jamás importó el alto precio de la cerveza – poco más de cinco dólares- y muchos terminaron pronto en los brazos de Dionisio, mientras otros le quemaron los pies al diablo con mucha «yerba mala».
Antes de King, los grupos abridores dejaron un grato sabor de boca, desde los mexicanos Strike Master hasta los californianos de Exodus que dejaron con aliento de thrash metal al domo de cobre.
Cuando King Diamond comenzó a cantar «Welcome Home», acompañado de la mítica anciana bruja de la que nos habla en el disco Them, todos comenzaron abalanzarse como locos, empujando con agresividad para estar más cerca del escenario. Los golpes no se hicieron esperar, los puños salieron a relucir y luego la cordura, pues todos solo queríamos ver y escuchar metal de calidad en vivo.
Con las primeras canciones algunos fans estaban extasiados, otros de plano con la boca abierta, porque estaban viendo un espectáculo que tiene que ver más con el arte que con los conciertos clásicos de cualquier banda de rock popular.
Muchos no aguantaron el «infierno» de estar adelante y mejor optaron por salir de ese «fuego» y a ver más lejos el horizonte de un King que nos demostró que su voz sigue en forma, llegando a esos agudos con el dominio del falsete al 100 por ciento.
Diamond logró su cometido, su teatralidad metió a los miles de fans en su historia de rock y terror, el verdadero rey del black metal conquistaba a sus seguidores mexicanos, y no por primera vez, como se publicitó este concierto, pero eso sí llegó con más infraestructura, producto de años de dedicación y pasión a su arte.
Al final ya no hubo encore, todos lo sabíamos, venía a tocar Abigail y el disco termina con el temazo «Black Horsemen».
No estamos seguros si pronto lo podremos ver en México nuevamente, pero si será uno de las presentaciones más recordadas en la historia de conciertos en tierras aztecas.
SET LIST
- The Wizard (grabación de Urian Heep)
- Out From The Asylum (grabación intro)
- Welcome Home
- Sleepless Nights
- Eye of the Witch
- Melissa
- Come to Sabbath
- Them (grabación intermedia)
- Funeral
- Arrival
- A Mansion of Darkness
- The Family Ghost
- The 7th Day of July 1777
- Omens
- Abigail
- The Possession
- Black Horsemen