Simple y sencillamente irónica es la situación que pasa con Kiss, cuando su líder Gene Simmons declaró hace algunos meses que “el rock está muerto”, y mientras su agrupación es nombrada como la banda americana que más discos de oro ha ganado, sumando un total de 30.
Es decir, han vendido 15 millones de copias en puros discos de oro en Estados Unidos, además de 14 discos de platino y tres multiplatino.
Estas cifras significan que todavía hay público para el rock, y que los fans de Kiss no se conforman con descargar gratis las canciones, también quieren el producto oficial y seguramente compran más producciones de otras bandas.
Creo que la etapa de las quejas ya se debe superar y estrellas como Simmons deben dejar de echarnos la culpa a los consumidores, de que por nuestras descargas ilegales colapsamos la industria musical, lo que supongo son declaraciones también para hacer publicidad y polémica.
Él menos que nadie puede continuar con ese discurso, sus conciertos con Kiss siguen llevando a miles a los estadios y la RIAA, quien certifica las ventas discográficas en Estados Unidos, ha reconocido una vez más a su banda.
Si es de culpar a alguien, tendrían que hacerlo contra las compañías que crearon la tecnología del mp3, de las empresas que crearon los quemadores y los que hicieron las plataformas para descargar las canciones desde cualquier computadora. También tendrían que subrayar la ineptitud de las discográficas, así como de agencias de publicidad por no saber vender bien a sus cantantes y grupos.
No pueden decir que no hay talento, siempre hay alguien en el planeta preparado para tocar la guitarra como un Dios y componer como un genio, pero las disqueras simplemente han dejado de hacer su trabajo y se la han pasado quejándose de todo.
Kiss es un ejemplo a seguir en lo musical pero también de imagen y publicidad, porque han logrado mantener a su público y sumar más fans a costa de lo que sea, incluso de ser acusados de falta de ética cuando le pusieron maquillaje del Spaceman y de Catman a Tommy Thayer y a Eric Singer, respectivamente.
Es decir, si quieres que tu banda, con talento comprobado en cuestión musical, sea conocida y los fans compren el disco, la camiseta, el sencillo, la entrada para el concierto o lo que sea, se debe ser agresivo, innovador, y también arriesgado.
Pero mientras las disqueras solo quieren apoyar el pop y el hip-hop, están dejando de lado un mercado ávido de conocer talentos masivos con el mito de rockstar y ese precisamente es el trabajo que deben hacer en conjunto con la agrupación o solista.
Si en la actualidad hay bandas como Muse que realiza giras descomunales, unos Foo Fighters que son adorados por sus fans, o hasta los Black Veil Brides generando producciones constantes porque sus discos sí le importan a sus seguidores, entonces quiere decir que pueden existir más y mejores talentos.
En conclusión, Kiss demuestra todo lo contrario: EL ROCK NO ESTÁ MUERTO, y solo es cuestión de que los ejecutivos de la industria discográfica también dejen de ser conformistas, se pongan las pilas y sean creativos para vender a sus artistas con la mayor efectividad.