Trabajar con David Bowie para cualquiera de sus colaboradores, siempre fue una experiencia que los obligaba a tener una total concentración, siempre dando el 100 por ciento y precisamente eso fue lo que vivió el productor Nile Rodgers, quien junto a Bernard Edwards produjo el disco más exitoso comercialmente de este artista, “Let’s Dance”.
Cuenta Nile en una entrevista para la BBC, que luego de llegar a un acuerdo para trabajar con Bowie, el “camaleónico” cantante le dijo con la seguridad que lo caracterizaba:
Bowie: Nile, quiero que hagas (con mi disco) lo mejor que sabes hacer.
Niles: ¿Y qué es lo mejor que sé hacer?
Bowie: Hits.
Definitivamente Nile estaba ante una gran presión, ya que Bowie había firmado un contrato millonario con EMI Capitol, obviamente la disquera esperaba un “trancazo” comercial para volver a este artista de culto en un ídolo de masas inobjetable, o en palabras más ordinarias, de estrella a superestrella.
El reto era mezclar la sofisticación del “Duque blanco” con un hit radial de primer nivel. Fue así como Bowie llegó un día con su guitarra al cuarto de hotel de Rodgers y le mostró los acordes de “Let’s Dance”, le dijo: “Nile, creo que esto puede ser un hit” y lo puso a trabajar como productor, antes de entrar al estudio.
De inmediato el ex integrante de Chic, comenzó a acompañar esos acordes, pero dividiéndolos y encimándolos en la idea de Bowie y con un poco de estilo jazzístico sacó el riff tan famoso que conocemos de “Let’s Dance”.
“Me dijo toca esos acordes de jazz –ustedes no lo saben, pero Bowie escucha mucho jazz- fue así como solo añadimos efecto delay y creamos un gran hit”, recordó.
La dinámica para crear otro clásico llamado “China Girl”, fue otra empresa que preocupó a Rodgers, quien creó un riff que dudaba que le gustara a David Bowie: “Hice algo que sonaba a música oriental, pero era muy predecible, pensé que me iba a despedir”.
Sin embargo, al mítico cantante le encantó el riff, y obviamente estaba convencido que había contratado al productor adecuado.
Lo demás es historia, el disco “Let’s Dance” llegó a los primeros lugares, logrando ser el éxito comercial más grande de Bowie y ganando disco de platino, tanto en Inglaterra como en Estados Unidos.
Bowie murió el pasado 10 de enero, a causa del cáncer, aunque todavía tuvo fuerzas para realizar su último disco Blackstar.
Nile Rodgers por su parte, ya era un dios de la música funk y disco con Chic en los 70’s y en los 80’s se convirtió en el “Rey Midas” del rock-pop, produciendo a Duran-Duran, incluso el “Like a Virgin” de Madonna y un sinnúmero de artistas emblemáticos, una de sus últimas colaboraciones importantes fue con Daft Punk en el disco Random Access Memories.